El Liquen Escleroso Vulvar es una dermatosis inflamatoria crónica y progresiva que afecta de forma predominante a la vulva (parte externa de los genitales externos de la mujer, es decir, su parte cutánea visible).
Puede afectar también a la región anogenital y más raramente a otras áreas de piel.
¿A quién afecta?
Puede afectar a mujeres de cualquier edad, pero es más frecuente después de la menopausia. También puede aparecer en niñas.
¿Cuál es su causa?
La causa exacta del LEV es desconocida y probablemente influyan varios factores. Se considera una enfermedad autoinmune en pacientes con predisposición genética. Puede asociarse a otras enfermedades autoinmunes (como alteraciones tiroideas) y pueden existir casos familiares. También se han implicado factores hormonales.
Es importante resaltar que no es una enfermedad infecciosa y no se debe ni al contagio ni a la falta de higiene, preocupaciones frecuentes en las pacientes en la primera consulta.
¿Es frecuente?
El LEV es una enfermedad frecuente pero poco conocida a nivel general.
Afectaría entre 1 de cada 300 a 1 de cada 1000 mujeres en la población. En realidad, se cree que está infraestimada, pudiendo ser algunas causas la falta de consulta por parte de algunas mujeres que pueden considerar los síntomas “normales” por la edad, tener miedo o vergüenza a consultar o el desconocimiento del cuadro.
¿Cómo se manifiesta?
Es una enfermedad progresiva, que casi siempre cursa con síntomas (asintomática sólo en un 10%) y con periodos de brotes y remisiones (desaparecen los síntomas).
Por una parte, explicaremos lo que sienten las mujeres que lo padecen, y por otra, los cambios cutáneos que se producen y se visualizan en la exploración.
¿Qué síntomas tiene?
El síntoma más frecuente es el picor. Suele iniciarse en la zona de alrededor del clítoris. Algunas mujeres pueden notar dolor o escozor, sobre todo en caso de fisuras (grietas en la piel) o heridas por rascado.
También puede producir disconfort y dispareunia (dolor en las relaciones sexuales).
¿Qué observamos en la piel?
El aspecto clínico del LEV es muy variable según la fase de la enfermedad.
– Aparecen manchas blanquecinas y la piel se vuelve fina, frágil, como “papel de fumar”. Pueden aparecer erosiones, fisuras, ulceraciones o manchas violáceas como “hematomas”. Pueden observarse lesiones por rascado.
– Si no se trata puede evolucionar y entonces se producen alteraciones en la estructura normal de la vulva. Pueden producirse adherencias entre zonas de piel, disminución o desaparición de los labios menores, enterramiento del clítoris o incluso estrechamiento del introito vulvar. Todos estos cambios son irreversibles y por tanto es fundamental reconocer el LEV precozmente para que evitar que se produzcan.
¿Cómo se diagnostica?
La exploración minuciosa de la piel de la vulva puede llevar al diagnóstico clínico de sospecha, aunque se recomienda la confirmación histológica mediante una biopsia de la zona afectada. Es un procedimiento sencillo que puede realizarse en la consulta bajo anestesia local.
¿Cuáles son sus complicaciones?
Si no es tratado adecuadamente, pueden aparecer complicaciones importantes.
Además de la pérdida de la estructura normal de la vulva, es una enfermedad que puede producir alteraciones funcionales y afectar de forma importante a la calidad de vida y a la vida sexual de las mujeres.
Por otro lado, la complicación potencialmente más grave es el aumento del riesgo de carcinoma epidermoide vulvar (5%) que si bien raro y más frecuente en casos avanzados y no tratados, debe ser tenido en cuenta en el seguimiento.
Tratamiento
El LEV es una enfermedad crónica, no existe tratamiento definitivo curativo, pero sí es tratable y mejorable hasta el punto de alcanzar la remisión (ausencia de actividad y de los síntomas). Este tratamiento debe instaurarse lo antes posible y mantenerse a largo plazo. El tratamiento de elección son los corticoides tópicos ultrapotentes, existiendo otras modalidades terapéuticas que complementarían a los mismos tanto en caso de fracaso terapéutico como para alcanzar un mayor confort y calidad de vida.
Conclusión
Ante síntomas compatibles con LEV, es muy importante una valoración dermatológica de la vulva para lograr un diagnóstico y tratamiento precoces, con el objetivo de controlar los síntomas y evitar complicaciones irreversibles.
También es importante el seguimiento periódico de por vida, al menos anualmente, en las mujeres diagnosticadas de LEV-
La doctora Lucía Barchino y el doctor Pablo Lázaro Ochaíta están especializados en esta patología y dan soluciones a todos los casos que llegan a las consultas del Instituto.
En el siguiente vídeo aclaramos algunas dudas sobre esta enfermedad.
Más artículos
Hongos en verano: pitiriasis versicolor
Es un hongo que suele aparece con las temperaturas veraniegas, pero no
Puntos negros, posibles tratamientos
https://youtu.be/fi1rovBy9IILa doctora Montserrat Franco nos explica las características de los tenidos ‘puntos
Tipos de sangrado en la
En la menstruación femenina hay muchos tipos de sangrado, distintos colores, distintas
Ácido hialurónico
Índice: El ácido hialurónico es un compuesto natural que tenemos en nuestro
Psoriasis: tipos, causas, síntomas y
Psoriasis - Placa Espalda -Dermatología en Madrid La psoriasis es una enfermedad inflamatoria