Una parte muy característica de cada persona es el cabello, y por tanto, su pérdida implica, generalmente, un problema sobre todo si es antes de lo esperado. En el caso de las mujeres es, si cabe, un trauma aún mayor por todo lo que conlleva.
La forma más frecuente de alopecia de la mujer se conoce como alopecia androgénica. A lo largo de la vida de las mujeres, se estima que alrededor de un 15% sufra alopecia androgenética precoz (antes de la menopausia), y un 40% tardía (después de la menopausia).
Cuando es precoz, los efectos de la misma se acentuarán tras la menopausia, ya que es en este momento de la vida de la mujer cuando disminuyen los estrógenos.
En ambos casos es frecuente que existan antecedentes familiares directos que estén también afectados por esta patología, pero el hecho de no tenerlos no debe excluir la posibilidad de que aparezca la alopecia androgenética.
¿Qué provoca la alopecia androgenética femenina?
La causa principal puede ser multifactorial: hormonal y genética.
Puede estar asociada a otras enfermedades: síndrome de los ovarios poliquísticos, anorexia nerviosa, falta de hierro, etc.
Diagnóstico
Lo que ocurre con la alopecia androgenética es que asistimos a una disminución del grosos del pelo y una pérdida de la densidad capilar; y las zonas más afectadas suelen ser la región frontal media y parietal.
Tratamiento
Los tratamientos para la alopecia androgenética son efectivos pero siempre debemos tener en cuenta dos consideraciones: por un lado que son tratamientos a largo plazo, es decir, de mantenimiento, ya que actualmente no contamos con ningún tratamiento curativo frente a esta patología; y por otro, que el inicio de acción es lento, y que los primeros resultados aparecen pasados varios meses.
Lo ideal es combinar tratamientos para poder alargarlos en el tiempo y que la paciente pueda mantenerlo y así beneficiarse durante el mayor tiempo posible.
Posibles tratamientos
- Fármacos antiandrógenos orales y/o en mesoterapia
- Minoxidil oral y tópico
Hay otras terapias con menos evidencia científica pero que también se utilizan como por ejemplo el plasma rico en plaquetas, láser de baja intensidad, y otros fármacos.
