¿Cuáles son los cuidados más importantes para nuestra piel? ¿Qué cuidados específicos tengo que seguir con 40 años? Cada vez somos mujeres más inquietas, ávidas de saber, formarnos, entender el porqué de las cosas y por supuesto informarnos pormenorizadamente antes de acudir a cualquier especialista médico. Mucho más cuando se trata de nuestra salud, y en concreto, de la salud del órgano más importante de nuestro cuerpo, el que nos permite comunicarnos con los demás de todas las maneras posibles, la piel. Los cuidados de la piel a partir de los años son muy importantes.
Los cuidados de la piel a partir de los 40 son los siguientes:
1. Consultar a tu dermatólogo, quién mejor que él, un especialista objetivo de la piel para diagnosticar cualquier problema cutáneo y recomendarte de forma objetiva y real cual es el tratamiento que necesita tu piel, puesto que hay que individualizar tras valorar a cada paciente:
a. Una adecuada limpieza mañana y noche, lo ideal es alternar exfoliación física o química con limpieza hidratante.
c. Siempre, siempre, siempre recomiendo retinol, para todo tipo de pieles y para cualquier momento del año, por la mañana y por la noche con diferentes concentraciones siempre empezando de menos a más de forma progresiva y con una cosmética de máxima tolerancia. El retinol permite activar el proceso de renovación de la piel consiguiendo que la epidermis, la capa más superficial de la piel esté impecable y favorece la formación del colágeno dérmico. Gracias a esta acción mejora la luminosidad de la piel, cierra el poro, elimina arrugas superficiales y cuando se hace de forma reiterada enseña a nuestra piel a estar mejor y cambia nuestra piel.
d. Tratamientos físicos, para nosotras, a partir de los 40, son fundamentales para enlentecer este proceso de envejecimiento y favorecer la formación de queratinocitos nuevos y listos para brillar en nuestro rostro. Como dermatólogo que soy, me gustan los tratamientos de verdad, tratamientos con resultados evidentes, independientemente de que el tiempo de recuperación sea un poco mayor, y con un poco digo tres o cuatro días más.
Soy muy partidaria de los peelings químicos medios profundos, como mínimo una vez al año. Sin duda para mí, el tratamiento médico más preciso y que como dermatólogo, me permite tener un control total y absoluto de la piel, es el tratamiento físico con láser. Existen diferentes tipos de láser para rejuvenecer y mantener tu piel sana, pero sin duda, el láser ablativo, a pesar de ser más agresivo, me parece que tiene una grandísima versatilidad y unos resultados espectaculares para todo tipo de pieles siempre que lo realice un médico experto y formado.
No son pocos los cuidados que tenemos que llevar a cabo si queremos hacer un pacto con el diablo y que todos piensen que somos como el buen vino que mejora con los años. Sin duda una correcta valoración y un manejo natural y continuado son las claves para que tu cuidado de la piel a partir de los 40 sean una puesta a punto que tendrás como aliado para enlentecer ese temido proceso de envejecimiento que es inevitable y que tendremos que ir aceptando y afrontando en las manos del mejor profesional.
Pero detallemos todo un poco más…
Conforme se acercan los 40, como mujer me preocupan muchas cosas y casi todas están relacionadas con el miedo a hacerme mayor, miedo a la palabra madura, miedo a envejecer… ¡Envejecer, no nos gusta! Y es que aún siendo un proceso para el que estamos biológicamente programadas nos cuesta mucho aceptarlo. Es fundamental entenderlo como algo natural para poder quitarle algo de drama al tema y ahora sí ocuparnos de «envejecer bien», porque esa es la clave, queridas, hacerlo cuidando nuestra piel, nuestro aspecto, pero sin obsesionarnos.
Como dermatóloga os digo que contra la genética poco podemos hacer pero contra las causas externas del envejecimiento cutáneo, tenemos mucho margen para primero prevenir y luego mejorar el aspecto de nuestra piel. De hecho en contra de la creencia popular, son los factores ambientales (sol, clima, uso de detergentes ..) los que más impacto tienen en las llamadas pieles maduras. Por ello, los defectos en la firmeza, elasticidad y capacidad de regeneración epidérmica son notables de forma mucho más prematura en las zonas del cuerpo expuestas a la luz solar. Dicho de otra forma: la cara, los hombros, el escote y dorso de las manos nos delatan.
En el proceso del envejecimiento cutáneo intervienen la epidermis, la dermis y el tejido celular subcutáneo. Mientras que en la capa más superficial se produce un deterioro de la función protectora y melanogénesis, en la dermis y la hipodermis es donde tienen lugar las afecciones estructurales (falta de firmeza, descolgamiento, etc.)
Es importante entender qué sucede en los distintos estratos de la piel para dar la solución adecuada a cada caso. Para el tratamiento de la superficie cutánea podremos valernos de cosméticos (los hay de uso médico y muy efectivos ya que trabajan en la activación de las funciones celulares) pero para los estratos más profundos, deberemos recurrir a otras técnicas como infiltraciones de hialurónico o pequeñas cirugías.
El tema es apasionante y muy extenso, ¿qué os parece si lo sigo desarrollando para tratar cada aspecto de forma más pormenorizada?
– En el proceso de maduración y envejecimiento de la piel, ésta va perdiendo la elasticidad y la turgencia.
– La síntesis de fibras colágenas y elásticas está alterada. La piel se muestra más seca ya que se reduce su capacidad para retener el agua por sí sola.
-También se produce la llamada atrofia cutánea con la pérdida de colágeno (-30% en los primeros 5 años tras la menopausia), alteración del tejido conectivo que es el que da soporte a la piel y reducción de las fibras elásticas
– Finalmente mencionar los temidos trastornos pigmentarios y digo temidos, porque las alteraciones en el tono de la piel se reconocen como el síntoma más evidente del paso del tiempo por encima incluso de las arrugas. – La capa córnea se engruesa acumulando un mayor número de imperfecciones, presentando un aspecto más tosco y haciendo más evidente la presencia de los poros.
– Por contra la dermis se adelgaza, perdiendo fuerza estructural.
Con todo este escenario, a priori nada alentador, resumimos diciendo que las pieles maduras sufren o presentan:
1️. Arrugas faciales. 2. Palidez cutánea. 3️. Poros abiertos. 4️. Hiperpigmentaciones y manchas. 5️. Falta de firmeza. 6️. Sequedad. Pero como no todo van a ser malas noticias, deciros que a pesar de que el envejecimiento cutáneo es un proceso natural, podemos ralentizarlo y mitigar sus efectos por medio de muchas (cada día más) técnicas y procedimientos medico estéticos:
Si necesitas más información o un asesoramiento más personalizado no dudes en consultarnos.