¿Qué es la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis o sudoración excesiva es una patología que suele iniciarse en la infancia o la pubertad, y normalmente dura toda la vida.  Se estima que la padece aproximadamente un 1% de la población y tiene un componente hereditario.

¿A qué zonas afecta la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis puede afectar a las axilas, palmas de las manos, plantas de los pies, zona craneofacial y otras regiones específicas. Los desencadenantes pueden ser varios y distintos: ejercicio, ansiedad, estrés… los que desencadena la secreción del sudor es la acetilcolina liberada en las terminaciones nerviosas simpáticas. Además del sudor que nos ayuda a regular la temperatura, también existe una sudoración de causa emocional, y cuando esto ocurre de manera excesiva, hablamos de hiperhidrosis.

¿Qué tratamientos hay para la hiperhidrosis?

Hay distintos tipos de tratamientos para esta patología: tratamientos tópicos, orales y con aparatología.

Queremos destacar dos tratamientos: la infiltración de toxina botulínica con la que conseguimos inhibir la liberación de acetilcolina paralizando la zona y ocasionando un cese transitorio de la producción de sudor.

El procedimiento es infiltrar con aguja fina y con anestesia tópica en toda la zona a tratar, siendo prácticamente indoloro. La sesión tiene una duración de unos 30 minutos y los resultados se mantienen entre 4 y 6 meses.

El paciente puede reanudar su actividad normal inmediatamente después del tratamiento.

El otro tratamiento que queremos destacar es la radiofrecuencia con microagujas: Morpheus 8. La combinación de radiofrecuencia con microneedling hace que el calor a distintas profundidades elimine la glándula que provoca que sudemos, de manera que el paciente nota un descenso extraordinario en su sudoración.

La sesión tiene una duración de 30-40 minutos y con 2-3 sesiones es suficiente. A partir de ahí tendríamos 1-2 sesiones de refuerzo al año. El procedimiento se realiza con anestesia tópica y, ocasionalmente, anestesia local en la zona.