El efluvio telógeno es una alteración del crecimiento del pelo que suele presentarse con una caída masiva en un periodo corto de tiempo.
Es una patología que mayoritariamente afecta a mujeres en la zona frontoparietal de la cabeza, aunque también puede aparecer en las zonas laterales y posterior.
Hay dos tipos de efluvio: agudo (menos de 6 meses) y crónico (más de 6 meses). El efluvio agudo es de duración limitada y reversible, mientras que el crónico, no.
El primer síntoma que vemos con el efluvio telógeno es que nuestro pelo pierde densidad y que empiezan a aparecer los primeros ‘clareos’.
La causa por la que se produce el efluvio telógeno puede ser multifactorial: alteración hormonal, tiroidea, alteración por estrés o falta de hierro. Y una de las características del efluvio es que suele aparecer a los 2-3 meses del desencadenante. Uno de los momentos más habituales en los que aparece es en el post parto.