Los efectos de los alimentos con vitamina C en nuestra piel son:
– PERMITE LA FORMACIÓN DE COLÁGENO
El colágeno es una proteína que da cuerpo a nuestra piel. Es la estructura sobre la que se sostiene la epidermis y demás estructuras que forma la piel como los vasos sanguíneos, los folículos y glándulas cutáneas entre otros. Sin vitamina C, los fibroblastos no pueden formar colágeno nuevo para mantener ‘el esqueleto’ de la piel.
– ES ANTIOXIDANTE
Evita o disminuye la oxidación que se lleva a cabo en nuestro cuerpo provocada por fenómenos como la contaminación, el sol, el tabaco, el alcohol, las infecciones o la exposición a diferentes sustancias tóxicas.
– INHIBE LA PIGMENTACIÓN DE LA PIEL
La vitamina C hace que los melanocitos, las células de la epidermis responsables de la pigmentación de la piel, disminuyan la producción de melanina.
Cosméticos con vitamina C
Otra de las consultas más comunes que soléis hacerme en cuanto a este tema es qué cosméticos llevan vitamina C.
A pesar de que los alimentos con vitamina C o los complejos vitamínicos orales con esta vitamina son los adecuados para hacer que los efectos de la vitamina C se lleven a cabo en nuestra piel, existen comercializados[PL1] cremas para que podamos acercar la vitamina c directamente a nuestra piel.
La penetración de la vitamina C en la piel a través de cremas no es fácil, ya que es hidrosoluble y la capa más superficial de la piel (manto lipídico) la repele. Esto ha supuesto un reto para los laboratorios que formulan cremas con vitamina C; no basta con que una crema contenga vitamina C, esta debe estar formulada de tal manera que atraviese las capas superficiales de la piel para que pueda realizar su función que es la misma que la que tiene por medio de los alimentos.
A pesar de que la vitamina C es eficaz en todas sus versiones, es en ampollas donde conserva sus propiedades como ningún otro formato.
A pesar de que hay muchos productos que refieren tener vitamina C, no todo producto con el reclamo “Vitamina C”, contiene la cantidad necesaria y está formulado para conservarla de forma correcta, porque es el ingrediente cosmético más inestable que hay y se oxida.
No todas las ampollas de vitamina C son iguales, y el por qué hay que buscarlo en lo inestable que resulta la molécula en sí. Tiene que formularse en un medio que no se altere, y al abrir el envase, utilizarlo pronto o tener un sistema de cierre apropiado, porque si no se oxida.
¿Cuándo aplicar la vitamina C?
La vitamina C combate los efectos de los radicales libres provocados por la radiación ultravioleta, por el sol, y es por la mañana y durante las primeras horas del día cuando más expuestos estamos a estas radiaciones. Así mismo, es durante el día cuando estamos expuestos a los distintos agentes responsables de la oxidación de nuestra piel, agentes externos que podemos frenar por el efecto de la vitamina C.
Tratamientos en cabina a base de vitamina C
La vitamina C se puede utilizar en cualquier tratamiento de cabina puesto que estos tratamientos son realizados por profesionales que preparan adecuadamente la piel del paciente, limpiándola adecuadamente de forma manual o mecánica para favorecer la posterior aplicación de la vitamina C; de esta y de esta manera pueda tener una adecuada penetración y absorción cutánea.
Aunque ya hemos comentado que la mejora forma de obtener la vitamina C es oral, el efecto flash y luminosidad que provoca en nuestra piel además de la protección que aporta contra los radicales libres a los que estamos sometidos continuamente a lo largo del día, resulta muy atractiva su utilización en un tratamiento de cabina así como en nuestro día a día como rutina de belleza
Rutina de belleza: vitamina C + retinol
Para mi gusto, ésta es una rutina de belleza indispensable y que en distinta manera recomiendo a todas mis pacientes, siempre individualizando y ajustando el tratamiento atendiendo a las necesidades de cada una cuando el tratamiento es simplemente para mejorar la piel y conseguir una piel más sana o, en caso de que exista una patología cutánea, adaptándola al tratamiento adecuado que necesitaría la paciente dependiendo de la patología a la que hagamos referencia.